Hoy la información sufre una enfermedad terminal y no hay manera de echar pie atrás y es qué está en demasiadas manos que además son poco fiables ¿que hacer? no queda otra que adaptarse y olvidar el romanticismo donde el periodista era aquel historiador que recolectaban los hechos actuales para darlos a conocer a la luz pública y era dueño de una indudable verdad.
Hoy esta vocación no sólo compite con su gran numero de profesionales, ahora además debe enfrentarse a los nuevos medios como lo son la televisión por cable, satelital y el Internet, que más que privilegiar el contenido se enfoca en la eficacia y la rapidez de la información, pero el mercado manda, empresarios, medios y sobre todo el usuario común demanda hoy por hoy, la utilización de estas vías.
Hay que encontrar la manera de competir contra periodistas amateur sin otra herramienta que una cámara o un celular suben archivos por medio de la red y que siendo un medio bastante mas masivo que los tradicionales obtienen resultados inmediatos de audiencia en un porcentaje poco alcanzable para los escritos o la televisión abierta, por lo tanto debemos partir de una base y esta no es otra que las universidades, las que deben enfocarse en preparar a un profesional vanguardista apto para hacer de la tecnología un amigo y no un contrincante.
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